perdidas,
que nunca llegué a enviar
porque siempre que voy a por tabaco
olvido pillar un puto sello.
Todas esas cosas que no te quiero decir
por que tú también has pasado por ese período
en el que dejas de amar
y te sientes mal por ello.
Recordar todas las tonterías que me gustaba sentir
y que las comprimía en un "te amo",
premeditado,
como el disparo de un fracotirador.
Algo que siempre me dio mucha grima
es el llorar por la historia de una peli
antes que lo vivido en mi propia piel.
Ahora me conformaría con odiarte
solo para asegurar que fuiste tú,
y no otra persona,
a la que un día amé.
Claro que no todo el mundo es igual,
que el río no es el mismo
porque el agua corre.
Y yo me creo que no sirve de nada
abrirme el pecho como yo te exigía
que tú
lo hicieses por mi.
Un día, enviaré todas las malditas cartas,
aunque ya no sirvan,
aunque te sean indiferentes.
Menos de una hoguera de papeles sucios.
Como todo, esto también tiene su correspondiente banda sonora
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